Lápices, papel, dados y mucha imaginación

Una de las cosas más difíciles al empezar un proyecto de estas características es decidir sobre qué quieres hablar. Podría haber elegido muchos temas como la crisis, el mundo de los comics, el cine, deportes, música... pero para leer sobre ellos ya existen muchos sitios. Así que me he decidido por una de mis pasiones y que es menos conocidas por el público en general: los juegos de rol. Esto no quiere decir que no pueda tocar alguno de los otros temas en cualquier otro momento y que seguro que lo haré más temprano que tarde.

Podría empezar explicando qué son los juegos de rol. Los juegos de rol no son ir matando a la gente por la calle (creedme que me lo han llegado a preguntar en serio), ni un aquelarre demoníaco donde se realizan sacrificios humanos (el año 1984, se publicó en EE.UU. un comic/panfleto en el que se acusaba literalmente a los juegadores de rol de brujería: Dark Dungeons).

Para aquellas personas que piensen que nunca han jugado al rol están muy equivocados, pues ya desde pequeños la mayoría de nuestros juegos se basan en la interpretación de un rol, de un papel. Cuando jugamos al poli-ladrón interpretamos a policías y ladrones, una niña jugando con su muñeca interpreta el papel de mamá de la misma. ¿Sabíais que en el juego de la oca los jugadores adoptan el papel de peregrinos en el Camino de Santiago?

¿Qué es un juego de rol? Un juego de rol es un acto social donde varios amigos se reúnen para evadirse y disfrutar. Un juego de rol es un lugar donde todo es posible. Para jugar al rol sólo hacen falta lápices, papel, dados y mucha imaginación, e incluso sólo con la imaginación nos puede bastar. Para jugar al rol no hace disfrazarse, ni buscar recónditos lugares. Normalmente se juega alrededor de una mesa mientras se disfruta de un aperitivo, o de una pizza... Una de las mejores partidas que he jugado fue en la cafetería del pabellón deportivo de la Universidad, junto a las cristaleras que dan a la piscina cubierta...

Normalmente  en una sesión de juego intervienen un Master (también llamado Narrador o Director según el juego) y los jugadores. El Master es quien va presentando la aventura a los jugadores, quienes interpretan a los personajes principales de la misma. Cada uno de estos personajes viene definido por unas reglas y unos parámetros que se reflejan en una hoja de personaje y que define lo que los personajes saben hacer o no y lo bien que pueden hacerlo. Existen libros de reglas de muchas ambientaciones y estilos diferentes, cada uno con su propio sistema de reglas, pero en el fondo todos consisten en lo mismo: interpretar un papel y pasarlo bien.

Como digo, la ambientación de los juegos de rol van desde clásicos de la literatura como El Señor de los Anillos, La Llamada de Cthulhu o El Capitán Alatriste, películas como Star Wars o Alien, comics como Conan el Bárbaro. En un juego de rol puedes ser desde el valiente y honorable samurai, hasta el pobre y miserable campesino oprimido por un señor feudal en la Europa de la Edad Media, desde un romántico y carismático espadachín, hasta un sanguinario pirata, desde un Mago hasta un piloto de astronaves, y todo ello gracias a la más potente de nuestras herramientas: La Imaginación.

¿Quién no ha soñado alguna vez con matar al dragón y quedarse con el tesoro? ¿O viajar más allá de las estrellas? ¿O gobernar un reino?